Como ejercicio de mi Ruta de
Formación Otoño 2013: Participar en la Red, compartiré hoy una aventura
personal que he experimentado junto con mi esposo desde hace 10 años. Vivirla
juntos ha sacado a relucir ¡lo mejor de nuestras competencias emprendedoras en
pareja!
El Rally WRC Guanajuato México, es una competencia internacional con fechas
alrededor el mundo en las cuales marcas de autos y pilotos globales compiten en
recorridos cortos y con las peores condiciones. En el caso de Guanajuato, por
ejemplo, bajan a grandes velocidades del Cerro del Cubilete o pasan tramos
entres los cerros con curvas cerradas y pronunciadas. Cada auto lleva
tecnología de punta y grandes equipos de ingeniería y administración acompañan
a los pilotos. Dentro del auto, el piloto maneja a altas velocidades gracias a
la asistencia de su copiloto, que le va leyendo la ruta para que puedan avanzar
con velocidad y precisión.
Un día en el rally…
Nos levantamos a las 4:00 am,
desayunamos, en esas fechas los hoteles abren el restaurant en horarios no
convencionales. Tomamos el mapa para llegar de espectadores al lugar donde
correrán los pilotos. Es decir, para llegar, en nuestra camioneta vivimos un
rally, yo soy el copiloto y mi esposo el piloto; yo le traduzco la
instrucciones de cómo llegar y busco las señales para que él maneje en esa
dirección. Como soy muy mala interpretando mapas, entonces probamos nuestra
TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN, ya que el tiempo va pasando y ¡no llegamos!...
luego ejercitamos nuestra capacidad de DIÁLOGO Y FLEXIBILIDAD para TRABAJAR
BAJO PRESIÓN y llegar al lugar que necesitamos a un horario que nos permitan
pasar antes de que cierren la ruta.
Cuando por fin llegamos viene la
NEGOCIACIÓN sobre donde ubicarnos para tomar las mejores fotografías, no
siempre coincidimos, entonces viene el SENTIDO DE LA COMPETENCIA, cada uno toma
su cámara. Al final del rally vendrá el premio a la mejor fotografía. Este año,
el premio fue para mí, comparto la fotografía ganadora y la que conmemora
nuestra asistencia por décima ocasión.
¿Se preguntarán cual fue el
premio?... Nos hospedamos en la ciudad de León, así que no hay mejor premio que
pasar unas 4 o 5 horas comprando ¡zapatos!...
Compartir este viaje anual en familia es divertido y año con año se
acumulan las anécdotas, recordarlo simplemente me pone de ¡buen humor! @cibaidon
Hola Claudia...
ResponderBorrarDefinitivamente ustedes experimentan su propio rally, por un momento pensé que ustedes (tu esposo y tú) sería competidores... jajaja. Pero después me puse a pensar creo que cada uno de nosotros vive estos RALLY día a día; yo lo experimento con mi hija de casi 3 años todos los días.
Saludos, sería interesante ver más fotos.
Pilar!, que interesante forma de verlo... definitivamente experimentamos un Rally todos los días y con una niña de 3 años ¡ya me imagino!... Buen fin de semana, disfruta tu "rallyweekend" @cibaidon
ResponderBorrarHola Claudia... realmente está muy padre la foto, da una sensación de velocidad y de peligro.
ResponderBorrarMuchas felicidades, tanto por el premio como por tu blog.
Hola Claudia,
ResponderBorrarUna combinación de reto y de diversión. Me gusta el hecho de que se den ese espacio como pareja cada año. Coincido con Pili. Tolerancia, flexibilidad, negociación.... ingredientes fundamentales de un reto cotidiano.
Gracias por compartirnos esto.
Liliana
Hola Claudia, esta genial esta aventura y además se generan sinergias que perduran más allá de una competencia. Me hiciste pensar en buscar una aventura así con mi esposo. Gracias!
ResponderBorrarClaudia,
ResponderBorrar¡Excelente rito! En lo personal siempre he admirado a las mujeres que comparten ese tipo de gustos con sus parejas. Ya sea un grupo de rock, un evento deportivo (aunque haya edecanes) o una compra masiva de zapatos, siempre esa peregrinación deja una unión más marcada.
Gracias por tu experiencia :)
Claudia:
ResponderBorrarQué padre tu experiencia y vivencias con tu esposo. Tu Rally es un verdadero ejemplo sobre como trabajar valores y habilidades. Me diste ideas para llevar esto al salón de clases.
Y tienes razón para una mujer no hay mejor premio que tarde libre en el centro zapatero.
Sonia González Ramírez